" Siembra en tu alma un pensamiento pleno de emoción que se fortaleza con la idea constante de alcanzar tus mejores sueños. Nunca te des por vencido. Si yo puedo, tu puedes. "

El peso del perdon

El perdón. Aligera su carga, levanta el peso de sus hombros, elimina el
equipaje…

 

Pero ¿perdonar a alguien te hace físicamente más ligero?

 

Tu mente dice que sí, sugiere Ryan Fehr, profesor asistente de administración en la Universidad de Washington, en un artículo publicado en Social Psychology and Personality Science. Sus hallazgos indican que el simple acto de perdonar puede hacer que las colinas parezcan menos pronunciadas e incluso que te permitan saltar más alto.

 

Fehr realizó un par de estudios que comenzaron pidiéndole a un grupo de participantes que recordaran una ocasión en la que perdonaron a alguien. Al segundo grupo se le pidió que recordara un tiempo que no pudieron perdonar.

 

El primer estudio solicitó a ambos grupos de participantes que estimaran la pendiente de una colina cercana. En promedio, el grupo que perdonó estimó que la colina era menos empinada que aquellos que no podían perdonar.

 

En el ojo de la mente, aferrarse a la ira o el resentimiento es similar a cargar una carga más pesada cuesta arriba. “Si estás cansado o con una mochila pesada, percibirás que una colina es más empinada de lo que es. Su estimación de la pendiente se trata esencialmente de estimar lo difícil que sería escalar “, explica Fehr. “Cómo percibimos el mundo que nos rodea no se trata solo del objeto que estamos viendo, sino también de nuestros estados mentales y físicos”.

 

En el segundo estudio, Fehr miró más allá de la percepción a la acción midiendo los saltos verticales de los participantes. Como se predijo, el grupo que perdonó promedió un salto más alto que aquellos que no perdonaron.

 

Esa metáfora de levantar un peso del hombro se convierte en realidad, explica Fehr. “Estas metáforas activan el concepto en tu mente. Y eso, a su vez, influye en cómo percibes y actúas realmente en el mundo “. Fehr cree que estar en este estado aligerado y sin carga puede liberar tu energía,  contribuyendo a una mentalidad más optimista y al bienestar general.

 

Por supuesto, perdonar no siempre es tan simple como tomar la decisión de hacerlo. Para ayudar a aligerar tu carga, intenta este ejercicio:

 

 

  1. Encuentra un lugar tranquilo para sentarse donde no te molesten.
  2. Cierra los ojos y piensa en alguien a quien le tienes rabia, odio o resentimiento.
  3. Toma un par de respiraciones profundas y déjate sentir tus sentimientos sin tener que hacer nada al respecto.  Solo fíjate en ellos.
  4. Ahora date cuenta de que las acciones dañinas de esta persona no se pueden cambiar. Están en el pasado, y no hay absolutamente nada que se pueda hacer para afectarlos ahora. Siente la finalidad de eso.
  5. Ver que esta persona sea como es, e hizo lo que hizo, porque tuvo algún dolor o algo de falta. Las personas solo lastiman a los demás porque se lastiman ellos mismos. Mira a esta persona con compasión y ve si puedes identificarte con su sufrimiento. Imagina a esta persona como un niño que está sufriendo, arremetiendo contra los demás debido a la intensidad de su propio dolor. ¿Puedes sentir compasión?
  6. Siéntate en silencio por un minuto o dos más, sintiendo la expansión que la compasión trae a tu corazón, en cualquier cantidad. Siente la ligereza cuando liberas la ira y perdonas.

 

Considera la posibilidad de hacer de este breve ejercicio una parte de tu práctica matutina e inevitablemente aceptarás cada día con mayor energía y optimismo.

 

🙂

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